Las cosas que sentía poco a poco se fueron haciendo más reales. Las ganas de estar acostada se convirtieron en sueño. Los sentimientos se convirtieron en dolores de cabeza, mareos. No me siento con fuerza, pero esto no es novedad. No me siento con fuerza física. Si alguien me hiciera correr 4 minutos por reloj, no podría. Me duele el cuerpo constantemente. Cada vez que me levanto de la silla, o de donde sea, me mareo como si no hubiera comido nada durante 10 horas e hiciera 30°.
Necesito llorar, enserio. Necesito largar todo, explotar. Y ya nada me hace llorar. Por más que piense y piense en lo que más me hace mierda, con música deprimente de fondo, no lloro. Y por un segundo entendí la razón de por qué las personas se cortan, se lastiman a sí mismos. Para llorar, creo yo. Siempre me vi tan lejos de esas cosas. Sigo creyendo que estoy lejos, muy lejos. Porque si no estuviera lejos, lo habría hecho. No lo voy a hacer.
Mi vieja siempre me pregunta cómo me siento, físicamente. Dice que me ve muy flaca, débil, pálida y siempre le dije la verdad. Que me sentía perfectamente bien, con fuerzas como para pegarle una trompada a alguien y romperle el tabique(?). Pero ahora no. Siento que no aguanto ni 11 horas de pie. No puedo.
Amaría no tener que crecer más. Odio esto. No quiero crecer, ser grande, no quiero. Toda esa mierda de 'crecer, avanzar, vencer tus miedos' no .. soy muy cagona para enfrentar mis miedos. Sí, es la verdad. Soy un desastre. Me muestro súper organizada y parece que tengo todo re claro pero en realidad si yo físicamente fuera como soy por dentro sería como hoy me vi en el espejo: un rodete mal hecho, mechones caídos, pelo hecho mierda, flequillo despeinado, delineador corrido, ojos rojos, labios lastimados a punto de sangrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario